En todas mis fotografías estoy, sentado o tumbado. Ja, ja ja... Si, me pesaba el culete, y he de reconocer que soy un pago vago. En fin, como me movía poco, lo escuchaba todo. Había llamado alguien preguntando por mí, y bueno, estarían interesados en adoptarme, si bien mi tamaño futuro les preocupaba. Mi amita no podía asegurar ni mi raza, ni nada sobre mí, más que parecía sano, pero se puso contenta. Al poco lloraba, no se porqué.
Unos días después, sin que hubieran vuelto a llamar, me dijo: pazguato, tu no te vas a ninguna parte. Como yo puse cara de emoticono pasmado, me explicó: Te quedas conmigo para siempre y que sea lo que Dios quiera. Además tienes una madrina y un padrino ¿qué más se puede pedir? Y yo seguí con mi cara de emoticono pasmado. Había decidido quedarse conmigo. Todas las complicaciones