28 de abril de 2015

Mi primer mes


En todas mis fotografías estoy, sentado o tumbado. Ja, ja ja... Si, me pesaba el culete, y he de reconocer que soy un pago vago. En fin, como me movía poco, lo escuchaba todo. Había llamado alguien preguntando por mí, y bueno, estarían interesados en adoptarme, si bien mi tamaño futuro les preocupaba. Mi amita no podía asegurar ni mi raza, ni nada sobre mí, más que parecía sano, pero se puso contenta. Al poco lloraba, no se porqué. 
Unos días después, sin que hubieran vuelto a llamar, me dijo: pazguato, tu no te vas a ninguna parte. Como yo puse cara de emoticono pasmado, me explicó: Te quedas conmigo para siempre y que sea lo que Dios quiera. Además tienes una madrina y un padrino ¿qué más se puede pedir? Y yo seguí con mi cara de emoticono pasmado. Había decidido quedarse conmigo. Todas las complicaciones

22 de abril de 2015

Primeras Semanas

Mi amita seguía pensando qué podría hacer conmigo, y me preguntaba a mí:
 -¿Qué hago contigo chiquitín?. (Ya ves, como si yo fuera a decir algo). -No te quiero en casa, manchas mucho, sueltas pelo, no puedo salir más que unas horas, tengo que acordarme de darte de comer, agua.
-Vale, vale, empiezo a entender algunas cosas, ya hago pis y caca en los periódicos que me has puesto y me como todo lo que me pones, y sobre todo soy muy feliz contigo.
La abuela, a la que también conocí, y a quien yo prestaba mucha atención, le decía a mi amita cuando hablaban de mi:
-Hija tu verás
-Mamá, yo no quiero un perro, limita mucho, ensucia, hay que sacarle de paseo....Pero quizá, si él me buscó y nadie lo quiere, será que tiene que ser así. A lo mejor puedes quedártelo tú.
-JA, JA, JA. No se hija, tu verás. Lo único que puedo hacer, si te quedas con él, es ayudarte con los gastos.
-Mi amigo me dice lo mismo. El tiene un perro y no puede hacerse cargo de otro, pero me ayudaría con los gastos. ¿Y si vosotros algún día ya no podéis?
-No se hija, pues sigue buscando.
-No se mamá, creo que hice lo que debía rescatándole, pero me da mucho coraje tenerme que comer el marrón. Hay personas a las que se debería prohibir tener animales. Piensa, si tú tienes una perra sabes que se puede preñar y si no quieres que tenga cachorros, o la tienes controlada o puedes llevarla al veterinario para que la esterilice. Si además tienes un perro y la engancha,

18 de abril de 2015

Y pasaron los días

  Uno detrás de otro. Ya no me encogía del tanto, me gustaba tumbarme panza abajo, y notar el fresquito del suelo. Era ajeno a la preocupación de mi amita por encontrarme un hogar, la protectora estaba descartada, ni habían puesto en su página web la fotografía ni respondían los e-mail. También se preocupaba por denunciar mi salvaje abandono. ¿quién puede tirar un perro recién nacido a un recinto abandonado y cerrado, donde nadie entra, para que muera de hambre y frío? Mi madre no fue, seguro. Sólo un ser humano es capaz de tanta maldad. Si un ser humano es capaz de quitarle la vida a otro, qué no será capaz de hacer con un cachorro. Pero la verdad es que no se decidió a denunciar nada, por temor a lo que me pudiera pasar y en el convencimiento de que a nadie le importaría (hay problemas más importantes).




Y así pasaron los días. Mi amita me puso papel de periódico en el suelo para que hiciera pis y caca en un sólo sitio, pero yo aproveche la ocasión para aprender a leer. Le puse mucho empeño y cuando terminaba de leer una página, me la comía, y listo para hacer caca de nuevo. Esto se llama Reutilizar.
Sin saber que hacer conmigo un amigo de mi amita, que se interesó e intentó ayudarle a encontrar un hogar para mí, le dijo: "Oye, si el único problema para quedarte tú con el perro es el dinero, me comprometo a pagar los gastos del perro"

15 de abril de 2015

Primeros días

Y así dormía y comía, incluso para no perder tiempo me dormía encima del comedero. Mi amita no quería tenerme en sus brazos, ni mimarme, ni ponerme nombre, pues decía que no quería encariñarse conmigo, y estaba segura, de que después de haberme rescatado, alguien me querría. Sólo me llevaba en brazos para ir a la veterinaria. Me llamaba de todo, chirri, pazguato, gurrufato, nano, renacuajo, bolita...menos perro, cualquier cosa, pero me daba igual porque yo todavía no entendía nada, con oir su voz me bastaba.
Y mira, mira cómo comía. Que voracidad....y era solo leche..


No puedo entender cómo los amos de mis padres me tiraron como si fuera basura ¿Acaso lo soy?  Creo que no, sólo soy un perro pero basura no..