16 de diciembre de 2015

Mi amiga Olivia

Hoy quiero presentaros a mi amiga Olivia. !Otra chica afortunada! Es una perita de pura raza "mil leches". Siendo una bebita, hará ya unos seis años, la encontraron en Valladolid, al lado de un contenedor de basura, con sus hermanitos. Y ¿Cómo fue, que desde Valladolid, llegó a las Navas? Pues aquello de papá quiero un perrito pero tu lo cuidas.....Nooooo. Bueno si. La pareja que los encontró, no podía quedárselos. Por su trabajo pasaban temporadas fuera de casa, uno u otro, o ambos, y ya tenían un gato, mejor dicho un gatazo. Pero querían a Olivia, así que, tras "estudiar la operación y preparar el terreno", decidieron llevarla a casa de los padres de él. Y allí que se presentaron  un fin de semana, con la perrilla. Era tan chiquita...Y allí se quedó. La verdad es que no hizo falta mucho para convencer a sus padres, si bien es cierto que tampoco les dejaron opción. Refunfuñaron un poco, pero Olivia ya era parte de la familia incluso antes de llegar al pueblo. Cuando vienen algún fin de semana, se pone contentísima. Da unos saltos, como mínimo, de metro y medio, deseando salir a correr con ellos.

Esto fue lo que les contaron, pero, en realidad, fue más fácil para el hijo portarse como tal y decir "papá, mamá, cuidarme al perro" que hacerse el listillo y decir "papá, mamá, vosotros lo que necesitas es un perro", porque así era, y de hecho son muy felices con "la Oli". Siempre habían tenido perro, pero entonces sólo tenían unos cuantos gatos y buenos recuerdos. Con ella la familia estaba un poco más completa. Y luego vino el loro.... y el loro, que ya sabía hablar, aprendió a ladrar....y cuando el loro ladraba, la perra flipaba, los gastos se asuntaban......en fin, conversaciones de sobremesa. Lo normal en una familia.

Puedo entender que haya personas que no quieran esterilizar a sus perras, e incluso no tomar medidas para que no se queden preñadas. Pero lo que no puedo entender es cómo no se hacen cargo de los cachorros que traen al mundo. Al igual que su perra, esos cachorros son su responsabilidad. Me producen repugnancia las personas que maltratan animales, pero más todavía las que abandonan cachorros sanos y vivos sin posibilidad de alimentarse sabiendo que van a morir , y más los que los tiran a la basura maltratados y medio vivos, pero no menos esas personas blanditas que van de buenecitas y les abandonan para que otros les encuentren. !Póbrecito... si es muy guapo...alguien le querrá! Y se quedan tan tranquilos... Cuanta irresponsabilidad. 

Mi amita me dijo que desde julio de este año todas estas conductas son, no solo reprochables moralmente sino delictivas. Abandonar un animal, en circunstancias que peligre su vida es un delito y cuando hablamos de cachorros que no pueden alimentarse por si solos, siempre que se les abandona se pone en peligro su vida, por lo que siempre será un delito. Dice que si vuelve a encontrarse con otro como yo, avisará de inmediato a la Guardia Civil (Policía Nacional si estuviera en la ciudad) y seguirá sus instrucciones, con la finalidad de no perjudicar la investigación de los hechos y su autoría, y poner a salvo al animalito a la mayor brevedad. La policía local no tiene competencias para la investigación de delitos, por lo que si se hacen cargo estos agentes del animal, no habrá investigación del delito. En caso de que, por la circunstancia que sea, interviniera la policía local, pondría acto seguido la denuncia ante la Guardia Civil o Policía Nacional.

GUAU, ya es la hora de comer...

1 de diciembre de 2015

Y la vida continúa

En el mes de septiembre todo se vuelve más tranquilo. Las personas que vienen al pueblo de veraneo, se van marchando y los espacios se vuelven más grandes y silenciosos. Seguimos dando paseos, con la correa que me regaló Alberto.
En la foto aparece el estado de la correa. Después de romperse de un tirón, (no estaba cosida, sino solo pegada) mi amita la reforzó con alambre, y ya tuvo paciencia para atravesarla, pero, aún así, no duró ni un mes. Se despellejó entera, y eso ya no tiene arreglo. Vio una igual en el chino por 4,50 € pero resulta muy cara para la esperanza de vida que tiene.
A primero de septiembre fuimos de visita a la "vete" para vacunarme. Me encanta. Y ya estoy vacunado para todo el año. Pesaba 55 Kilos, que no está nada mal. Yo creo que terminé de crecer, pues ya no soy tan pequeño (tengo un año y medio). Me he hecho mayor y ya no me como las bolas de pelo cuando me cepillan, aunque si las piñas, los palos, y la toalla, la manta o la sábana de mi cama. Me gusta mucho el ruidito de la tela al romperse (rrraaaaasssss). Otra cosa también ha cambiado. Ahora, algunas veces levanto levemente la pata para hacer pis, pero la mayoría me agacho. !Y comer!, sigo comiendo medio kilo de pienso diario y en apenas un minutillo. Siempre tengo hambre y me da igual carne, que pescado, que aceitunas. Cuando hay pollo asado, se me caen las babas por los dos lados de la boca y me relamo con todo lo grande que es mi lengua, aunque luego no es para mí.
No se si os conté que según fui creciendo me caí varias veces por la escalera de casa, en realidad bajaba rondando. Una de las veces iba corriendo y me golpee fuerte con la barandilla en el giro, y me hice daño, le cogí miedo, y ya no he vuelto a subir las escaleras. Me gustaría seguir durmiendo en la puerta de mi amita.... pero mi miedo es más fuerte que mis deseos. Bueno, mi miedo y mi tamaño, porque con casi un metro desde la cabeza hasta el culete no giro bien en la escalera.
¿Veis cuanto he crecido? En esta foto estoy con mi amiga Sagrario y !NO! No es que yo sea muy grande, que además estoy un poco flaco, es que ella es muy chiquita !Guau! Cuando voy a su casa siempre me pone agua y me da alguna chuche, y luego se viene a dar un paseo con nosotros. El último día que la vi, además, me dio una bolsa con recortes de carne, que mi amita limpió, cortó y cocinó, y este gordito, todo todito se lo comió. Me abstendré de explicaros hasta donde me llegaban las babas mientras lo preparaba. !Sabía que era para mí!. GUAU os tengo que dejar que me llaman a comer...